Capital

Soy muy afortunado... o muy cabrón, quiero quedarme con la segunda opción. He tenido la oportunidad de asistir a todos y cada uno de los días de la historia del corona Capital, a pesar de ser un niño en comparación con cualquier festival de talla mundial, ha hecho bien las cosas.

Recuerdo que siempre tenía ese disgusto o incomprensión y era un tema que saltaba en cada charla con mis conocidos, que a su vez son unos adictos a la música. ¿Por qué no hay festivales con bandas internacionales?

Si bien el Vive Latino se ha consagrado, no fue hasta que apareció el Corona Capital, igual y no buscan el mismo target, pero si le metió presión, por lo menos a elevar el nivel de su cartel, como nunca lo lograron Manifest, Mx Beat y cualquier otro intento de festival para los que nos gusta washawashear. No me gusta ponerme sentimental, mejor haré un repaso por esos momento que están consagrando al festival en un must año con año.

El Mashup

Interpol concluía su presentación en la primera edición del corona Capital, era turno para que a unos metros los Pixies hicieran su acto, todos caminabamos mientras los comandados por Black empezaban su show con bone Machine, cuando de pronto Interpol, que seguramente es el único país donde tienen este jale, salía de encore para tocar Slow Hands. Un mashup bastante desagradable, un fallo grave para el festival, del cual se aprendió muchísimo para las próximas ediciones. Por cierto los Pixies un ejemplo de como por simple que sean tus estructuras, se toca el rock & roll.

NYC

Si bien esa noche sacrifique a Portishead, (tampoco es que sean una bandotota que revoluciono y cambio la música, es más Glory Box es cover, así que paren su mame por favor) vi a muchísima gente bailar en un campo de fútbol al ritmo de The Rapture, entre cencerros y saxofones, para de ahí peregrinar hasta el escenario principal de los mesiánicos (por lo menos, como el caso Interpol, en México) The Strokes... y esa noche, los neoyorkinos (ya sé, los Rapture debutaron en NY, pero no son de ahí, ya sé) nos enseñaron que seguían teniendo el mundo a sus pies, una década después. Simples, precisos, en el lugar y momento adecuado, sin prisas. Como el Is This It.

Más y más y más y más...

Para su presentación, con todo y traje blanco, en sus tres años el formato cambio a dos días. así es, todos los enfermos mentales que atascábamos los escenarios de las bandas internacionales no teníamos suficiente, no nos llenaba un solo día. New Order tomaba sus armas y nos despedazaba con trancazo tras trancazo, bailábamos, cantábamos, y la mezcla de sintetizadores con la singular voz de Summers nos hacia viajar a The Hacienda, casi ni extrañamos a Hook, todo para cerrar con una imagen gigante de Ian, nos volvimos locos.

Pero como son dos días, doble acción. El bizco Club se caracteriza por ser una fiesta interminable. Basement Jaxx lo llevo a otro nivel, fue APLASTANTE, una actuación épica, jamas mis pies habían sido destruidos de tal manera en una pista de baile, no podíamos cerrar aquel día de mejor manera. Épica noche de baile donde seguramente miles de suelas de zapatos quedaron inservibles.


Kinder

Un año más y el morro esta listo para ir a la escuela. La evolución siempre hace chillar a las madres ridiculas, y así el Corona se deshizo de las bandas nacionales... y que bueno. Calibres como los Pixies, New Order, Franz Ferdinand, Suede, James, Echo & The Bunnymen, Foals, etc, se tenía que reventar compartir cartel con: ¿los Plastics Revolution, Ventilader, Furland, Adanowsky, Ruido Rosa? ¿Quienes? Que oso.

Para el primer día, Blondie. ¿Se tiene que decir algo o cuestionar la actuación de una banda que ha trascendido las fronteras del tiempo? ¿Es necesario hablar de una banda que es legendaria?

Al Corona le había faltado rock de ese seco, polvoso, con gargajos y sudor. ¿Y por qué no, la primer visita de las reinotas de Homme hacerla en el marco del festival? Nos dio cátedra de como domar una guitarra, como tocarla con diferentes afinaciones, una embarradita del uso del bootle neck. Nos azoto, una y otra vez con esos guitarrazos.


Estamos a unos días de la 5ta edición, que nada más para darse un quemón tiene a Beck, Damon Albarn, Jack White y Massive Attack de headliners, soportados por un gran cartel, en lo personal, el más consistente. Tal vez el escenario principal nunca sea el Pyramid Stage, o no pueda contar con reuniones y bandas de niveles cósmicos, tal vez el Bizco Club no sea ni un escenario minúsculo de Creamfields, pero el Corona Capital con pocos años en la espalda no tiene nada que pedirle a muchos festivales gabachos, incluido el mamador Coachella. Sólo queda prepararnos y seguir a la espera, ya que comience.


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