Y llego el día que nunca quise que llegara...el momento en que colgaría las botas...
El no portaba la camiseta, la tenia tatuada, colores que remontan a sombras, en donde semana a semana es un infierno, para hombres así, el campo de batalla es áspero y rudo, vagando por zonas peligrosas, pueden pasar desapercibidos, sin embargo son aquellos que transforman lo imposible en realidades, ante los ojos de millones de personas, tienen gracia, tienen magia, tienen el don. Italia es desconsiderada, le gustan como su historia lo muestra el ambiente hostil, tosquedad entre sus filas, pero siempre hay que recurrir a mentes brillantes, siempre que se esta en problemas hay alguien capaz de frenar, girar y resolver las cosas, entre todos los romanos toscos, hay hombres como Alessandro Del Piero.
Tal vez no vi a Pelé y sus patadas a bolas pesadas de cuero, tampoco a Maradonna empastillado para partir la cancha, me toco Zidane con ese estilo casi de Dios, Ronaldinho con sus botines llenos de fantasía, Ronaldo como un dardo letal, Batistuta devorando áreas o a Oliver Khan evocando al mítico Cerbero...pero nunca me maravillo ningún otro jugador como lo hizo Del Piero, ajustado a sus Adidas, con regates excitantes e inesperados, velocidad física y mental, toque divino, donde ponía el ojo, ponía el balón, derrochaba finura por las canchas sombrías de Italia, y en ocasiones por el mundo entero, ademas impartió clases de lealtad y dignidad, sin pedos el mejor jugador que ha existido en la bota.
El artista comenzó ha darle los últimos toques a su gran obra...exijo que el numero 10 sea retirado de las camisetas bianconeras, nadie llenara esa camiseta, no hay jugador mas grande que haya portado la zebra, si bien no es el retiro de Pinturicchio, sabemos bien que es imposible ver una Vechia Signora sin Del Piero y viceversa.
Y si, Agnelli eres un pendejo... .l. ...habemos quien seguimos encantados con este ídolo moderno.
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