I Needed To Believe Something

Había una vez un puberto que se emocionaba con la música, aquel desde siempre le entro al business muy con el pedo anglo, pero sin dejar al olvido lo latino, por su casa sonaba rock, disco, hip-hop, pop, bossanova, cumbias, salsa, new wave, house, punk, glam e inclusive metal. Aquel joven emprendía su camino en los campos musicales, la adquisición de discos era importante, entre los primeros discos/cassettes que logro enjaretarle a su madre estaban el Americana de The Offspring, Ray of Light de Madonna, ReLoad de Metallica, Aquamosh de Plastilina Mosh. el Candyass de Orgy y el único disco de los New Radicals, había intentado adquirir sin éxito el Donde Jugaran Las Niñas? de Molotov, pero su madre jamas se lo permitió, quesque por ser obsceno. En una bella tarde, de esas cuando su madre acostumbraba visitar MixUp, aquel chamaco logro hacerse de un disco que resultaría ser una joyita. Mientras el niño disfrutaba los vídeos de Coffee & TV, Freak On a Leash, My Beautiful Stranger, aparecía programado siempre un sencillo llamado Hey Boy, Hey Girl, que le volaba la cabeza, entonces de ahí el que quisiera hacerse del disco. Pasaban los días y lo escuchaba de inicio a fin, desde Music:Response hasta el track oculto, obviamente dándole sus buenas repetidas a la pista 9. Surrender fue el primer acercamiento con interés real a la música electrónica.

Este niño también disfrutaba un gusto por los conciertos, después de ir en repetidas ocasiones a los shows que ofrecía Alejandra Guzman, formarse por horas para ser aplastado y con chela en el ojo mientras 'disfrutaba' The Offspring, o hasta llegar a la extinta zona dorada mientras volaban sillas en la presentación de Monster Magneth, Pantera y Metallica...no era que se la pasara increíble, tampoco la pasaba mal, tanto era el impacto que esto tuvo en su cabeza que decidía que los conciertos también era lo suyo...ya eran 2 gustos que complacer. Trabajo en una farmacia arduamente en el 2005 para comprar unos discos, Echoes de The Rapture, el debut de Kasabian, Get Born de Jet, un compilado de los Ramones y en su pequeña colección ya se encontraba una banda que le gustaba mucho, unos regios llamados Kinky, que eran el principal atractivo para que este wey chambeara de forma extenuante, y se lanzara al Vive Latino. Y así fue, se la paso medio raro, jamas pensó junto a sus amigos que el dinero importara...pero la suerte les sonrió y les regalo $200, pasaban los años, el muchachito se dio cuenta que el ya no era para brincar como desesperado, mientras compartía sudor con los demás, el se dio cuenta del talento que tiene y ahora lo que le gusta es hacer música, también los discos y conciertos pero estos ya de lejitos, tal vez es la edad. Aun regreso a mas 'Vives', mas 'prevenido' y regresaba para ver a los mismos regios y unos cuantos mas, y también se daba cuenta que bebía cada vez mas y su 'prevención' parece que jamas sera suficiente.

Conforme creció, creció su biblioteca musical, creció su manera de escuchar música, incluso creció la forma de hacer música y creció su desprecio a aquel festival, aquel en el que había hecho vomitado a la 1pm, aquel donde había estado pedo, marihuano y cansado, todo creció menos su economía. Le gustan tantas bandas, que sabe que el llamado Vive Latino jamas podrá tener un line-up decente.

Este año aquel bribón regreso, solo un día, el domingo. Acompañado de 2 de sus amigos, su prima/hermana y el 'primo', también impacientes por ver al dúo dueño de las tornamesas. Después de encontrarse gracias al destino con su 'romance', esperaba impaciente mientras en el fondo tocaban los Liquits y el ni se inmutaba, aparecía una artista que le gusta, La Mala Rodriguez acompañada de Gil, aquel vocalista de la banda regia que tanto le gusta y llega a considerar la mejor de este país, mientras brincaba como groupie mojada. La peda lo agarraba y The National lo dormía, sabe que suenan mejor en disco, luego una banda que le gusta y no le gusta, se le hacen pretenciosos, etc, Babasonicos que le dejaban el mismo sabor de boca de siempre, son una banda de gays jugando a rockstars, sin siquiera rosar el glam. Las drogas fluían, las bebidas se agotaban y la ansiedad se iba en subida. Y llego el momento, por lo que había regresado, al día siguiente no tendría suficiente dinero para la reventa, así que por eso volvió, porque sino era ese momento, nunca seria, le valió verga el mundo, frente a sus ojos aparecían sus di yeis favoritos, había conocido con el paso de los años a clásicos como Kraftwerk o pioneros del Kraut Rock, vio a los primeros, cuando permitieron que Radiohead cerrara su concierto, pero cuando aparecieron en el escenario no se compraba ni con un 10% de la emoción causada por estos británicos. Días antes bailaba con el rey del techno, Tiga, pero para esta noche había guardado sus mejores pasos.

Galvanize abría la noche, si alguien se ha chutado el show de Glastonbury lo encontrara muy parecido, entre clásicos como Star Guitar, Get Yourself High, Setting Sun, Chemical Beats, Hey Boy Hey Girl, Do It Again, Out Of Control, Believe, Saturate, se mezclaban sampleos, con un par de rolas del Further, Horse Power, Escape Velocity y Swoon, y puedo jurar que por ahí escuche The Golden Path, bueno el sampleo de la voz, para cerrar con Blockin' Rock Beats. The Chemical Brothers suenan tan frescos como siempre, son unos di yeis/banda que están tan cabrones que siempre están adelantados, visuales chingones, coordinados perfectamente con el audio, fue un show de esos que te cagas y sales con un pinche dolor de quijada de estar sonriendo todo el tiempo...la neta, Daft Punk que wey?!, a lado de estos son unos chavos cualquiera. Por fin pude ver a los que con el Surrender me adentraron a las pistas de baile inundadas con beats.

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